No hace tanto que abandoné mi vida de estudiante. Creo que exactamente fue hace tres años cuando volví de Dinamarca con un proyecto final de carrera debajo del brazo y multitud de dudas e ilusiones en la cabeza. Entonces el tiempo era algo precioso, 9 meses en un país nórdico no eran suficientes, 3 meses de verano libres eran el mayor de los regalos. En Octubre comencé a trabajar, y entonces el tiempo empezó a traducirse en entregas, planificaciones y cuentas atrás para las ansiadas vacaciones. El tiempo se había convertido en un privilegio.
Después de 1 año y muchos meses por tierras de la villa de villas, decidí que era el momento de cambiar, de buscar algo que me proporcionase ese ansiado tesoro. Y así llegue a Suiza, un país tranquilo, donde parece que el tiempo se dilata. Aquí tengo tiempo para pensar, para disfrutar de aquello que me gusta, pero teniendo tanto tiempo libre, ¿no se estará devaluando? ¿Disfruto tanto de mí tiempo libre como lo hacía en aquellos momentos en los que era un bien tan escaso?
….Sería una gran idea ahorrar tiempo para poder canjearlo en momentos de stress…
El valor del tiempo 29 may 2007
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2 comentarios:
La verdad es que sería una idea cojonuda... en todos los sentidos... ains... besitos!!
¿Has leído Momo de Michael Ende?
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