Creo ya haber escrito sobre el sistema de Democracia Directa que existe en Suiza (allá por el mes de Septiembre...). Pues bien, hoy voy a escribir sobre lo que aquí se denomina "Landsgemeine" o lo que en español sería una asamblea comunal.
En algunos de los cantones suizos todavía permanece esta tradición, que desde mi punto de vista, es la mayor representación posible que se puede encontrar en este pequeño país de la democracia directa. Consiste en lo siguiente: en un día determinado los votantes del cantón se reúnen al aire libre, generalmente en la plaza principal de la capital del cantón, para elegir el gobierno y las cortes y tomar decisiones acerca de las leyes y el presupuesto que atañen a su región (otro día ya explicaré como están estructurados los cantones y la asombrosa independencia que hay entre ellos). Pues bien, durante esta reunión se plantean aquellos asuntos sobre los que se desea tratar y posteriormente votar. El voto se emite levantando la mano y evaluando a ojo si existe una mayoría; en caso de duda, se procede a un escrutinio de los votos. Sólo podrán votar aquellas personas que se encuentren empadronadas en el cantón en cuestión. No sólo el sistema de votación es un tanto extraño, sino que también, durante el desarrollo del evento, cualquier persona allí presente puede subir al estrado que sitúan en la parte central de la plaza, para exponer sus ideas y peticiones. Todo el mundo tiene derecho a hablar y la obligación de escuchar.
En algunos de los cantones suizos todavía permanece esta tradición, que desde mi punto de vista, es la mayor representación posible que se puede encontrar en este pequeño país de la democracia directa. Consiste en lo siguiente: en un día determinado los votantes del cantón se reúnen al aire libre, generalmente en la plaza principal de la capital del cantón, para elegir el gobierno y las cortes y tomar decisiones acerca de las leyes y el presupuesto que atañen a su región (otro día ya explicaré como están estructurados los cantones y la asombrosa independencia que hay entre ellos). Pues bien, durante esta reunión se plantean aquellos asuntos sobre los que se desea tratar y posteriormente votar. El voto se emite levantando la mano y evaluando a ojo si existe una mayoría; en caso de duda, se procede a un escrutinio de los votos. Sólo podrán votar aquellas personas que se encuentren empadronadas en el cantón en cuestión. No sólo el sistema de votación es un tanto extraño, sino que también, durante el desarrollo del evento, cualquier persona allí presente puede subir al estrado que sitúan en la parte central de la plaza, para exponer sus ideas y peticiones. Todo el mundo tiene derecho a hablar y la obligación de escuchar.
Seguramente, dudareis de la posibilidad de una votación sin incidentes, ni gritos, ni abucheos, ni insultos. Pues bien, parece ser que nada de eso tiene cabida en un "Landsgemeinde". ¡Cómo para hacer esto en España!
Realmente este sistema tan sólo tiene funcionalidad en cantones con un número bajo de habitantes, se supone que la plaza en la que se celebra debe dar cabida a todos aquellos que quieran participar en la votación.
Quizás este sistema ayude a que las personas se sientan más integradas en el sistema político de su comunidad. De todos modos, ningún sistema es perfecto, pero es curioso comparar las elecciones que el pasado Domingo se celebraron en Francia y la votación a mano alzada que se realizó el mismo día en el cantón de Glarus.
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